A lo largo de 2014 se viene observando una liquidación de
divisas que apenas ha superado la registrada en igual periodo del año anterior.
Esto ha ocurrido en un contexto donde la cosecha de soja ha sido un 12% mayor
en cantidades físicas y el precio promedio del periodo marzo-junio ha rondado 535
u$s/tn. Obviamente, factores climáticos pero fundamentalmente de expectativas
con relación al futuro de la política cambiaría
han incidido en esta decisión. Pero desde el mes de mayo se adiciona a
este contexto una persistente y pronunciada caída en la cotización de la soja,
que paso de 558 u$s/tn a 449 u$s/tn
entre 22 de mayo y 31 de julio, como
consecuencia de una mayor producción a nivel mundial informada por USDA.
Fuente: @Fiscal con
datos de CIARA-CEC y USDA
Esta baja en los precios internacionales de la soja no sólo
contribuye a la escasez de divisas en la coyuntura, sino que representa una
señal desalentadora para la próxima campaña 2014/2015. Por otra parte, una
caída del precio de la tonelada de soja de
u$s 86 dólares promedio, implicaría
a la fecha –de mantenerse estas condiciones- una pérdida de valor del orden de
los u$s2.596 millones de dólares para el 55% de la cosecha remanente aún no
vendida.
Adicionalmente, esto también repercute en las cuentas fiscales,
tanto para el estado nacional como para las provincias. En el primer caso, el estado dejaría de recaudar $ 7.389 millones
en concepto de derechos de exportación, mientras que las jurisdicciones
provinciales resignarían $2.216 millones correspondientes a recursos que integran
el Fondo Soja.